segunda-feira, 28 de maio de 2018

Deus Uno e Trino que nos cria a sua imagem e semelhança no amor

Bom dia queridos amigos, este artigo escrito pelo leigo Luís Equini, é lindo, busca refletir a imagem e semelhança que temos de Deus, algo que não se resume as aparências e corporeidade, mas ao amor. Deus nos criou com infinita capacidade de amar, mas o pecado, que é uma possibilidade humana, rompe com esta sintonia de imagem e semelhança a Deus. Vale a pena ler o o artigo. Infelizmente a falta de tempo não me permite traduzir o artigo. Leiam e verão que perguntas que nos questionam ele busca responde desde a sua experiencia de fé trinitária e com bases teológicas.


...Y CREÓ DIOS AL HOMBRE A SU IMAGEN (Gen 1-27)

Dijo Dios, hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza... (Gen 1-26).

             Quizás podemos preguntarnos ¿cuál es la semejanza que tiene el hombre con Dios? ya que dice la Escritura que “Dios creó al hombre a su imagen y semejanza”, “macho y hembra los creó”, pero como Dios no es antropomorfo, ni es sexuado, ¿dónde está la semejanza?, la semejanza está en el amor, la santidad, la libertad y en la espiritualidad del alma.

          Podemos pensar que el autor del Libro del Génesis se equivocó cuando escribió: “dijo Dios, hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza”, pues a lo largo de todo el Antiguo Testamento se habla de un Dios unipersonal, leemos: Dios dijo: pondré... [cf Gen 3,15] (no dijo, pondremos), Dios dijo: yo seré...(no dijo, seremos), Dios hizo...(no hicieron), Dios envió su...(no enviaron), etc., solo se menciona a Dios en 3ª persona del singular, pero con el advenimiento de Jesucristo nos llega, por su intermedio, la revelación de la Santísima Trinidad, y entonces comienza a tener sentido eso de: “Dios dijo: hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza”; Dios es comunidad de amor en el seno de la Trinidad, Dios es Uno pero Trino (“Dios dijo”, se refiere a una Persona, pero, “ hagamos”, o “nuestra”, se refiere a varias personas), Dios es Uno en esencia, pero en tres Personas.

             Ahora comprendemos, y queda demostrado, que el autor del libro sagrado, escribió inspirado por el Espíritu Santo. Cuando Dios crea el mundo con todos los seres que lo habitan y todas sus cosas inanimadas, lo hace de una forma peculiar, como si estuviera haciendo algo que lo hace sentirse bien, como que se divierte, como que se siente feliz, (1Tim 1-11), feliz por crear al hombre, y ponerlo en un ambiente agradable, para que se sintiera bien y feliz, ya que es a su imagen y semejanza; a partir de ahí el hombre solo debe amar a su Creador, en libertad y santidad, Dios se siente bien, de hecho la Escritura dice que Dios vio que todo cuanto había hecho era muy bueno (y descansó).

            Al momento de crear al hombre, Dios estaba hablando con alguien que “estaba allí” con Él, (en realidad estaba en Él ), pero si todavía no había creado al hombre, y antes de comenzar la creación no existía nada excepto Dios mismo, entonces, o Dios estaba cavilando y pensando en voz alta, o sea, estaba hablando consigo mismo, como cuando un hombre tiene que hacer un trabajo complicado, y se dice a sí mismo : “hagamos así”, o “concentrémonos”, o “vamos a ver”, etc. Pero cuando seguimos leyendo y nos encontramos con las palabras: “a nuestra imagen, según nuestra semejanza”, nos damos cuenta que Dios no está hablando solo ni pensando en voz alta, está hablando en 1ª persona del plural, con otra persona o con otras personas. Pero si Dios no había creado persona alguna todavía, quiere decir que Dios está hablando con uno o varios interlocutores válidos, y en igualdad de condiciones que Él mismo ya que les dice: “hagamos” , esos interlocutores, o esas Personas existían antes de la creación, ya que la creación no había sido realizada todavía y podían hacer, como el mismo Dios lo hace notar al decir “hagamos”, o sea, esos interlocutores disponen de las mismas capacidades de las que dispone quien está hablando. Luego Dios sigue diciendo : “a nuestra imagen, según nuestra semejanza” ; el hombre es a imagen, no igual, a imagen de Dios, porque tiene una parte que es espíritu, el hombre además de carne mortal, es también espíritu inmortal, como Dios, que es Espíritu por excelencia; pero también es semejante a Dios según la semejanza que existe desde siempre, entre las Tres Personas de la Santísima Trinidad; Dios es Amor, Dios es Santidad, Dios es Libertad, porque la verdad hace libres a las personas y Dios es Veraz, y las Tres Personas de la Santísima Trinidad se aman en santidad y libertad, y el hombre fue creado semejante a Dios en estas tres cualidades, cualidades “sine qua non” en la esencia de la Trinidad Santa.

             Este pasaje bíblico nos da las bases para deducir y asegurar nuestra semejanza con Dios, la cual, a pesar de haberla perdido por el pecado original, dejó su semilla para que nosotros, los hombres, la hagamos crecer y que pueda dar muchos frutos duraderos.

              Pero además este pasaje bíblico, nos da la prueba que Dios no es un ser solitario, Dios es comunidad en el ámbito de la Santísima Tr inidad, y por eso es Santo tres veces, o Santísimo.

Equini Luis
14-6-2014

Lindo artigo

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