quarta-feira, 21 de março de 2018

 Nesta linda reflexão Luís Equini nos faz refletir sobre as duas grandes "árvores" da história da salvação: a arvore do Edém e o da cruz de Cristo. Ele parte de um ponto de reflexão, mas existem leituras da mesma narrativa.
   En la historia de la humanidad hay dos árboles que marcaron diferencias, a saber: el árbol del Edén o del Paraíso Terrenal, y el Árbol de la Cruz de Cristo.

   Entre estos dos árboles hay algunas similitudes pero muchas diferencias bien marcadas: los dos nos dieron frutos, los dos tienen como compañía muy importante a una mujer, los dos árboles tienen repercusiones permanentes para la humanidad, pero esas repercusiones son las que detentan las diferencias en la influencia que tuvieron, y todavía tienen, esos árboles, en la humanidad.

    Mediante el fruto de un árbol, el hombre perdió su semejanza con Dios y con ello perdió todo lo que significaba esa semejanza; también mediante los frutos de otro Árbol, el hombre obtuvo la posibilidad de recuperar lo perdido, la semejanza con Dios en el amor y la santidad.

    El Amor, con mayúscula, y la Santidad, están íntimamente unidos y forman una sola esencia en Dios, que es Amor y Santidad personificados. El amor es lo que mueve a Dios a crear el hombre, infundiéndole, además de la vida tanto biológica como espiritual, junto con el sentimiento del amor, el ansia a la santidad, pues Dios, que lo creó a su imagen y semejanza, es Santo en plenitud y lo hizo participar, al hombre, además de su amor, también de su santidad, pero como no hay amor si no hay libertad, Dios también le regaló esa condición, la libertad de poder elegir según el propio criterio, condición de la que no goza ningún otro ser vivo, y por esa misma libertad es que el hombre, en un acto de soberbia, quiso ser como Dios, y no solo que no fue como Dios sino que además perdió la santidad que había recibido gratuitamente, y ahora para recuperarla debe afrontar sacrificios que no siempre está dispuesto a sobrellevar, por lo cual pierde la posibilidad de recuperar esa semejanza a Dios.

   Junto al árbol, en el Edén, una mujer fue el vínculo o medio por el cual el maligno intentó destruir el proyecto divino, y junto al segundo Árbol, el de la Cruz, una Mujer recibió el encargo de ser mediadora, y dadora de todas las gracias para la salvación del genero humano y así recomponer el proyecto creador de Dios.


     En el Edén, junto al árbol del fruto prohibido, una mujer se deja seducir por el demonio y pierde su libertad y la de su descendencia al hacerse esclava del demonio. Junto al Árbol de la Cruz, una mujer, que se hizo esclava de Dios con toda libertad, nos obtuvo la libertad de hijos de Dios, gracias a su Hijo.

     En el Edén, una mujer con poca visión de futuro, y mucha soberbia, se deja seducir por el maligno, y dejando de lado la Voluntad de Dios, que por otra parte busca nuestra felicidad, haciendo uso de esa libertad que el mismo Dios le dio, comió el fruto prohibido sin pensar en las consecuencias, las que podía inferir gracias a la ciencia infusa con que Dios la había equipado, y la peor de las consecuencias obtenidas por ese acto de soberbia, fue la muerte que entró al mundo, muerte biológica y muerte espiritual.
Junto al Árbol de la Cruz, hay una Mujer que nos ofrece el fruto que produjo ese Árbol, lo hace con humildad y sencillez, pero con la sabiduría que da esa misma humildad, sabiendo que las consecuencias serán por demás extraordinarias y sublimes, pues nos está ofreciendo el vencer al maligno con todas sus artimañas y engaños, para acceder a la vida eterna.

     Una mujer ofreció al hombre el fruto prohibido y trajo la muerte a la humanidad. Una Mujer nos ha sido dada, junto al Árbol de la Cruz, para que a su ves se ofreciera a sí misma, para llevarnos a la presencia de su Hijo, para nuestra salvación.


     Al pié del Árbol de la Cruz nos fue dada una Mujer, no solo como Madre y Mediadora nuestra ante el Redentor, sino también como guía para que por Ella pudiéramos llegar a la presencia de su Hijo y así gozar de la herencia que Él mismo nos ofrece compartir con nosotros.

    La primera mujer, al ser interpelada por el Creador no asume su responsabilidad en lo hecho, al perder la semejanza con Dios, y no atina a pedir perdón, y el hombre tampoco se arrepiente de su acción, dándole la responsabilidad a la mujer por hacerlo comer, por lo cual no podía haber reconciliación al no haber arrepentimiento.

    La Mujer del Árbol de la Cruz nos dice que busquemos su presencia sin temor, para que Ella nos presente al Señor en un acto conciliador, entre su Hijo en el Árbol de la Cruz y nosotros en este valle de lágrimas, y así recuperar aquello que Dios nos diera al momento de crearnos, el amor, la santidad y la libertad.

   El árbol de la Ciencia del bien y del mal era agradable a la vista y sus frutos se veían apetitosos, por eso la mujer los tomó y al comenzar a comerlos parecían dulces, pero a medida que los consumió fueron adquiriendo gusto a hiel, fueron tan amargos que hasta el día de hoy son insoportables.

    El Árbol de la Cruz es repulsivo a la vista, provoca sensación de horror por el sufrimiento que insinúa, no anima a que uno se acerque tan siquiera para probar su fruto, pero cuando se prueba, su gusto es tan agradable y delicioso que se hace irresistible, más todavía sabiendo que cada ves será más placentero.

    En el Edén, la mujer le dio a su compañero, para que probara, el fruto del árbol prohibido, haciéndole ver que era apetitoso, fue como decirle : “toma, hazme caso y come que es bueno” como insinuando que ella, la mujer, sabía lo que estaba haciendo, y así fue como los dos comieron porque les pareció que era bueno, pero al instante se dieron cuenta de su equivocación, pero sin arrepentimiento.


    La Mujer del Árbol de la Cruz, ya antes nos dijo : “hagan todo lo que Él les diga”, colocándose en segundo lugar, detrás de su Hijo, como diciendo que ella, la Mujer, no valía, pero llegado el momento de la Cruz, dijo: “aquí estoy, al lado de mi Hijo para acompañarlo en el dolor”, dando a conocer su verdadero temple.

    Una mujer en el Edén, ofreció al hombre aquello que les estaba prohibido, y con ello atrajo sobre el genero humano una herencia de males, no porque Dios nos quiera castigar a nosotros por la desobediencia y soberbia de los primeros seres humanos, sino como consecuencia de la negación de ese Dios que había dispuesto todo para nuestra felicidad, es como si un heredero de mucha fortuna dilapida todos sus bienes, entonces sus descendientes no tendrán nada de lo que el tuvo en un principio; la primera pareja humana despreció la paternidad divina y con ello la herencia que le corresponde a los hijos.

    Al pié del Árbol de la Cruz, nos fue dada una Mujer, no solo como Madre nuestra haciéndonos hermanos de su Hijo, sino también como Mediadora ante el Redentor y guía nuestra, para que pudiéramos llegar a la presencia de su Hijo, recuperando, así, nuestra filiación divina y gozar de la herencia que Él mismo nos ofrece compartir con nosotros.

    La mujer del Edén es despedida junto con su compañero por su acto de soberbia, y se le prohíbe volver al mismo, y para garantizar esto, Dios coloca a un querubín con espada de fuego custodiando la entrada.

    La Mujer del Árbol de la Cruz es la Puerta del Cielo (Ianua Celi), por Ella podremos llegar y entrar a la morada celestial.

     La mujer del Edén fue vencida por el Demonio, pero el Creador, por su gran amor, le promete que su descendencia dará una Mujer que aplastará la cabeza a la serpiente, esa Mujer es la que está al pié de la Cruz, y aunque no parezca, tiene el poder para hacer que aquellos que se le acercan y buscan su auxilio, puedan entrar a ese paraíso custodiado con espadas de fuego, al cual se puede acceder solamente con y por el fruto del Árbol de la Cruz, fruto que nos ofrece ella misma.

    La mujer del Edén tuvo la debilidad de dejarse vencer por el Demonio, y en esa debilidad había implícita la suficiente fuerza para desheredar a toda la humanidad de los bienes celestiales.

    La Mujer del Árbol de la Cruz fue débil ante la grandeza y la fuerza del amor de Dios, por eso se dejó seducir por su Señor y de esa debilidad brotó la fortaleza de la humildad que le dio la fuerza para enfrentar todas las dificultades que significó ser la Co-Redentora del genero humano, hasta llegar al pié de la Cruz de Cristo, y luego esperar con fe en las promesas que le hiciera el Ángel en nombre de Dios (“su reino no tendrá fin” Lc 1,32-33); la Resurrección, la Ascensión, la venida del Paráclito, y su misma Asunción fueron los regalos que marcaron hitos en la vida de esa Mujer extraordinaria, y que está a nuestra disposición para auxiliarnos en los momentos en que la invoquemos.

    Esa Mujer, la del Árbol de la Cruz, está allí por un motivo bien definido, participar junto a su Hijo Jesús, de la “segunda creación del hombre”, con una conciencia nueva y fortalecida por la Sangre de Aquel que, padeciendo en la Cruz, da origen a ese hombre nuevo del que habla S. Pablo, hombre nuevo en que se transforma todo aquel que acepta el fruto que brota de la Cruz, aún cuando ésta parezca repulsiva por los sufrimientos que ocasionó y por la sangre vertida en ella para la renovación de todo el mundo.

    Esa Mujer del Árbol de la Cruz es Maria, la Madre de Jesús, y Madre nuestra, la llena de gracia, que espera que sus hijos la busquen para tomarlos de la mano y conducirlos a la presencia de Dios Padre, para que reciban su parte de la herencia prometida a los hijos.
Equini Luis

sábado, 17 de março de 2018

Se alguém quer me seguir, siga-me, onde estou também estará



     Estamos no contexto do 5º domingo da quaresma, onde já fizemos um caminho com o Senhor, do deserto aos grandes centros, superando as tentações interiores e os desafios da vida. Estamos na reta final e novamente em Jerusalém. Os conflitos com os judeus (líderes religiosos) estão cada vez mais acirrados, o que faz aproximar a hora de Jesus. Este por sua vez, é bastante explícito no Evangelho de hoje: quem quiser me seguir, siga-me, onde estou também estará meu servo (Jo 12, 26), por isso, já não pode mais haver conflito de fé, seguir ou não seguir. Mas aquele que se decide por Jesus, está sujeito a mesma sorte: perseguição, incompreensão e cruz. Aqui Ele não fala da glória do glamour ou de céu, mas a glória de sua total entrega na cruz. Isto porque Ele fez um caminho de ruptura com as estruturas de sua época, pois seus valores eram os do Reino e seu segredo era o amor incondicional e inclusivo.




    Como cristãos devemos nos deixar questionar por Jesus e seus atos, mas caso fossemos budistas, judeus ou de outra religião, o Evangelho não faria diferença em nossa vida. No entanto, somos cristãos e professamos a fé em Cristo, por isso, pensemos o que é mais importante: Deixar-me guiar pelo Evangelho e seus valores, assumindo tudo o que implica ou prefiro um caminho onde tento agradar a todos, mesmo que implique ser desonesto de vez em quando?

    Tem muita gente por aí se dizendo cristão e crer em jesus Cristo, mas na primeira oportunidade é falso e apunhala alguém pelas costas, com fofocas e mentiras; se diz cristão e vive um matrimonio de aparências, onde não se respeita o conjugue; se diz cristão e vende o voto em troca de cerveja ou camisa; se diz cristão e sempre busca tirar vantagem em tudo, o maior exemplo disso, é o nosso senado brasileiro, onde existe até a bancada evangélica, mas que no entanto, está levando o país a miséria. 


Olhemos cada um para dentro de nós mesmos, avaliemos nossas práticas e deixemos Deus nos fala ao coração e agir em nossa vida, para que não seja mais uma páscoa, mas sim a verdadeira páscoa, em uma vida transformada e revitalizada.

    Na 1º leitura, temos o profeta Jeremias 31, 31-34, que narra o desejo de Deus de realizar uma nova aliança com a humanidade, mas uma aliança gravada no coração. Podemos reler esta leitura e contemplar em Jesus a grande aliança que Deus realizou com a humanidade, por meio de sua encarnação, vida, morte e ressurreição. 

    O salmo 50 traz uma bela oração de caráter penitencial, onde o salmista confessa seu pecado e eleva a Deus sua súplica em busca de um coração renovado.

    A 2º leitura da carta aos Hebreus 5, 7-9, uma epístola de caráter bastante cristológico, nos revela na narração de hoje, que Jesus foi fiel ao projeto do Pai mesmo passando pelo sofrimento.

    No Evangelho de João 12, 20-33, temos uma narração rica em detalhes que pode desembocar me muitas reflexões. O contexto se dá em Jerusalém, em uma das festas dos judeus, mas que não é mencionada, mas o grande destaque vai para Jesus que é reconhecido inclusive pelos povos estrangeiros, que se achegam as primeiras comunidades. É interessante notar a presença de estrangeiros no Templo de Jerusalém, mas desde aquela época já existiam os judeus simpatizantes, que assistiam as festas, mas não se assumiam como tal. 

    No diálogo com Felipe e André, Jesus confessa ter chegado sua hora. O capitulo 12 de João prepara para a segunda parte do evangelho (13,1-20,29), onde passaremos do livro dos sinais para o livro da glória, que relata a despedida de Jesus, seus últimos gestos e entrega total, no sacrifício da cruz, mas também sua ressurreição pelo Pai. Neste capitulo João retoma algumas coisas importantes da primeira parte (1, 19-12,50), pois João é uma grande catequese. 

   

    Para falar de sua morte, Jesus faz a analogia com o grão de trigo que encontra seu pleno sentido quando é fecundado na terra, onde amadurece e se transforma em uma nova vida, capaz de dar frutos. Jesus com sua morte nos faz participantes da vida nova oferecida por Deus. Essa vida nova se na adesão a vida e ao projeto de Jesus (cf. v. 26).

    João, assim como os sinóticos também dá testemunho da angustia, medo e dor que Jesus sofreu, mas que sobretudo buscou ser fiel ao Pai até as últimas consequências. No final da oração de Jesus ao Pai, temos o relato de uma teofania (Deus fala): “eu o glorifiquei e glorificarei” (cf. 28b), onde Jesus ouve a voz do Pai, enquanto os presentes só perceberam algo estranho, uma epifania (agir de Deus por meio da natureza, neste caso o trovão). É bastante interessante, pois Deus responde no íntimo e conforme a oração de cada um. 

    No final da narração, Jesus fala do chefe deste mundo que será vencido, Ele se refere a sociedade injusta que oprime, mas que não terá a última palavra na vida daqueles que nele creem.

Um feliz e santo domingo na presença do Senhor 
e uma linda semana

quinta-feira, 15 de março de 2018

A luta de Jacó com Deus



    Esta é uma das várias cenas intrigantes que encontramos nas Sagradas Escrituras. Esta passagem possivelmente seja conhecida por poucas pessoas. Em uma noite, Jacó a fim de receber a benção de Deus, saiu ao seu encontro, mas ao invés de um diálogo ou oração, encontramos a narração de uma luta de Jacó e Deus.

    A história é um tanto estranha, mas pode significar um modo de linguagem. Muitas vezes nós também travamos lutas com Deus, quando algo não vai bem em nossa vida. Nós o questionamos e acusamos de nos abandonar a própria sorte. A mesma situação se passou com Jacó. Recordemos que ele usurpou o lugar de seu irmão na benção da primogenitura, enganando seu pai, fingindo ser seu irmão Esaú.

     Jacó finalmente conseguiu a desejada benção e os benefícios que ela trazia. No entanto, não havia recebido a benção de Deus para ser líder de uma nação. Segundo Anselm Grun, a luta de Jacó com Deus significa a transformação interior que ele passou, ou seja, o momento em que teve que enfrentar a sua própria verdade. O encontro com Deus seria aí, o encontro com a verdade de si mesmo, sem máscaras ou falsidades. O encontro com a nossa própria sombra e feridas, não é nada fácil, mas ao mesmo tempo, se constitui um momento de graça, onde somos “quebrados”, mas restaurados.

    “Jacó depois da luta e de uma noite dolorosa, sentiu-se abençoado por Deus e que já não precisava se esconder atrás das aparências”(Grun).


    “O encontro com a própria verdade e com o próprio lado sombrio é como um sol que nos iluminar e coloca nosso caminho sob o brilho de uma suave luz. Nosso interior fica mais claro. E assim, atravessamos o desfiladeiro e chegamos a outra margem. Uma nova etapa começa em nossa vida, mas continuamos mancando, pois ficamos marcados pelo encontro com a nossa sombra. Andamos mais devagar e com mais cuidado em nosso caminho. Simultaneamente estamos abençoados e nos tornamos como Jacó: uma benção para as outras pessoas” (Grun).

Fonte: Passagens intrigantes da Bíblia, de Anselm Grun, p. 49-51.

quarta-feira, 14 de março de 2018

Sentido espiritual da semana santa

    

    La Cuaresma es la preparación para la celebración de Semana Santa, que no es santa porque se conmemore la muerte y resurrección de Cristo, sino que es Santa porque se celebra que Cristo, el Hijo de Dios, nos dio la muestra cabal de cuanto nos ama y de cuanto estuvo dispuesto a sufrir por nosotros para redimirnos, eso sí que es amor y merece ser celebrado y festejado.

    ¿Cómo debo interpretar lo que sucedió en Semana Santa, para entender esos hechos como expresión del amor de Jesucristo hacia los hombres?

    Jesús viene como Rey de nuestra vida, la multitud lo aclama y vitorea, pero la multitud no tiene personalidad y se deja convencer con facilidad por falsos profetas y pregoneros del poder, y esa multitud es la misma que luego pedirá la ejecución de Jesús como si fuera un malhechor. En su entrada mesiánica a Jerusalén, Jesús no pide que lo aclamen rey aunque acepta las ovaciones del pueblo porque Él es Rey y se presenta en la forma que habían anunciado los profetas, humildemente; sabe que la algarabía que provoca su entrada en la ciudad, pronto se trasformará en griterío, cuando lo hagan salir de esa misma ciudad para crucificarlo y sin embargo acepta esa demostración de entusiasmo pasajero y la recibe con amor porque conoce nuestras debilidades humanas y sabe que así como nos inclinamos a aceptar con alegría el mensaje evangélico, también tiramos por la borda los bienes espirituales por algún logro temporal.

    En los días siguientes, Jesús intentó enseñar al pueblo que Él estaba allí haciendo todo lo que hacía, por amor al Padre y a los hombres; también nos dejó el mandamiento del amor como mandamiento nuevo y del cual se desprenden todos los demás preceptos y mandamientos cristianos, pero en la Última Cena, Jesús nos deja su mismo Ser, Dios-Hombre, para que no estemos solos frente al maligno y sus acechanzas, luego en su Pasión y Muerte, nos da su Vida para rescatarnos del pecado y finalmente en su gloriosa Resurrección nos da la Vida Eterna al vencer a la muerte.

    La Semana Santa fue la culminación de la entrega del amor de Jesús, entrega a los hombres por amor al Padre, y entrega de todo su sacrificio al Padre por amor a los hombres; la vida pública de Jesús fue una entrega de servicio, curando y sanando cuerpos y almas, y la Semana Santa es la certificación que esas curaciones, pasadas, presentes y futuras, son totales si nosotros aceptamos el amor que las motiva.

    Jesús nos pide que amemos al prójimo como a nosotros mismos, y nos da el ejemplo a seguir: Jesucristo, Dios Hijo, se ama a sí mismo como solo Dios puede amar y nos ama a los seres humanos también como solo puede amar Dios, o sea nos ama como a sí mismo y por eso pagó tan alto precio por nuestro rescate, es un ejemplo difícil pero digno de imitar.

Luís Equini
           

terça-feira, 13 de março de 2018

“Eu morrerei de pé como as árvores”

Poesia de Dom Pedro Casaldáliga que antecipou sua perseguição

Dom Pedro é um dos grandes profetas de nosso tempo: perseguido, amado, prometido de morte e elevado a santo.... Compreenderá quem for fiel ao Evangelho de Nosso Senhor Jesus


Eu morrerei de pé como as árvores.
Me matarão de pé.
O sol, como testemunha maior, porá seu lacre
sobre meu corpo duplamente ungido.

E os rios e o mar
serão caminho
de todos meus desejos,
enquanto a selva amada sacudirá, de júbilo, suas cúpulas.

Eu direi a minhas palavras:
- Não mentia ao gritar-vos.
Deus dirá a meus amigos:
- Certifico
que viveu com vocês esperando este dia.

De golpe, com a morte,
minha vida se fará verdade.
Por fim terei amado!


Os profetas não se fazem, eles nascem e crescem no meio do povo, anunciando o querer de Deus para a humanidade, mas também denunciando os pecados e opressões da sociedade.

sábado, 10 de março de 2018

Jesus é presença de Deus que oferece salvação


   Como comunidade de fé, estamos avançando em nossa caminhada rumo a pascoa do Senhor, mas será que Deus espera somente que a relembremos ou que realmente sejamos pessoas transfiguradas? Nada teria sentido com a simples memória! 

    A páscoa é o evento central da fé cristã, o qual não devemos ser indiferentes, pois Jesus em seu curto ministério, nos revelou a face amorosa de Deus e seu desejo de salvação. Ao contrário do que muitos pregam ou acreditam, Jesus não veio condenar, mas salvar no amor e doação de si mesmo, abraçando até as últimas consequências o gesto desta entrega. No entanto, ninguém para e reflete sobre a morte de Jesus, muitos creem piamente que ele foi enviado para morrer em nosso lugar, nos salvar do pecado. Jesus realmente veio nos apontar outro caminho diferente do pecado e da injustiça, mas sua morte não foi querer de Deus, mas fruto da violência, ganancia e incompreensão daqueles que detinham o poder religioso, econômico e político de Israel. 

    A campanha da fraternidade deste ano, nos convida a refletir o tema da violência em nosso país, que atinge a todos direto e indiretamente. Se cremos de corpo e alma no Deus da vida, não podemos permanecer indiferentes frente a tanta atrocidade, pois outros Jesus são martirizados diariamente, por questões diversas. Jesus foi morto porque pensava e agia diferente. Não agia como “a galera”, mas defendia e partilhava a mesa e a vida com os marginalizados. No entanto hoje, depois de 20 séculos, nos transformamos em uma Igreja soberana, burguesa que não promove os marginalizados, mas infantiliza e mantém um assistencialismo fajuto. 

    Esquecemos que como Igreja, somos chamados a ser “sal da terra e luz do mundo”. A omissão também é um grave pecado e como cristãos, não podemos ser a meias. Se hoje somos chamados de cristãos, é porque o homem de Nazaré viveu plenamente e se entregou por inteiro a favor da vida, como o enviado do Pai. 

    Estamos celebrando o 4º domingo da quaresma, deixemos que as leituras com seus apelos, nos falem ao coração. Mergulhemos por inteiro na mística quaresmal para renascer com Cristo na páscoa. 

    Na 1º leitura de 2 crônicas 36, 14-23, temos uma recapitulação da infidelidade do povo de Israel, motivo pelo qual eles atribuem o exílio babilônico e demais desgraças sucedidas a Israel durante este tempo. Com a sucessão do império Persa, Israel volta a ter uma certa autonomia, dentre elas, a liberdade religiosa. Todos estes fatos são reforçados com textos das Sagradas Escrituras. 

    O salmo 136 exclama: que se prenda a minha língua ao céu da boca, se de ti, Jerusalém eu me esquecer! É um belo salmo, que recorda os momentos sofridos no exílio da Babilônia. Vemos nele o saudosismo e o amor à pátria de um israelita exilado. Quantas pessoas que hoje vivem em nosso país, longe de sua pátria, de seus amigos e familiares, a causa da violência e miséria. Que possamos ser mais irmãos e solidários com estas pessoas que sofrem silenciosamente em seus corações. 

    A 2º leitura da carta aos Efésios 2, 4-10. O autor nos lembra que somos salvos pela graça de Deus e seu infinito amor. 

    O evangelho de João 3, 14-21 temos o enigmático diálogo entre Jesus e Nicodemos. Estamos no quarto evangelho, que traz um modelo próprio de desenvolver sua narrativa, que se assemelha a uma catequese. No início ele trabalha com pessoas que se aproximam da fé em Cristo e no decorrer do evangelho percebemos um aprofundamento com os aqueles que já fazem parte da comunidade e da fé em Cristo. 


    O personagem de Nicodemos, representa um iniciado na fé, que mesmo sendo mestre de Israel, precisa refazer seu caminho de fé. Na narrativa de hoje, temos a continuação de um diálogo entre Jesus e Nicodemos. Nicodemos como bem sabemos pertencia ao grupo dos fariseus, mas que se atraiu aos ensinamentos de Jesus, ainda que tivesse dificuldade para compreende-los. A comunidade joanina para falar da paixão, morte e ressurreição de Jesus Cristo para os judeus, parte daquilo que eles já conhecem. “Assim como a serpente foi levantada no deserto, como sinal de salvação, assim também o Filho do homem, será levantado”. A crucificação de Jesus, não foi uma escolha masoquista, mas um sinal total de sua entrega em favor de toda a humanidade, poie ele veio nos salvar e não nos condenar. No entanto, requer de nós um posicionamento em favor da vida ou da morte, transformados em gestos concretos. Esta escolha é livre e determinada pela fé. 

    A vida eterna, em João não se refere somente a vida após a morte, mas uma vida plena, plena de sentido...

sexta-feira, 9 de março de 2018

Gotas de conhecimento




Todo o conhecimento que adquirimos é um poder que recebemos. Não despreze as oportunidades de conhecimento e de estudar que tenha, como diz São Paulo: tudo contribui para o daqueles que amam a Deus. Tudo na vida contribui para que sejamos pessoas, a diferença estará como nos posicionamos frente as coisas e acontecimentos. Por isso, partilho com vocês pequenos trechos que leio, tudo pode ser gota de sabedoria. 

Calar-se para poder ouvir 

    “Entre os muitos significados de obediência, está o de prestar atenção e ouvir com cuidado para então agir de acordo. Ouvir com atenção pressupõe calar-se, pois enquanto eu mesmo estiver falando não consigo escutar. Ouvir com atenção significa ficar quieto e vazio para deixar-me encher por algo novo” (Grum e Andrea Schwarz). Vivemos no mundo globalizado, porém carente de amor, de escuta que abrace o outro nas suas alegrias e dores. Algo mudou radicalmente, pois já não temos time interior para escutar, vivemos conectados e afanados, sempre correndo. Com 3 ou 5 minutos uma senhora conta toda sua vida no coletivo, porque não encontra em sua casa um coração que a escute. 

    É irônico, mas a nossa juventude e outras pessoas, correm o risco de perder ou de ter alguma alteração em sua audição. Estamos com os ouvidos no lugar errado e até tapados. O que os olhos não veem, o pé esmaga. Os namorados não se ouvem, só transam ou discutem; pais e filhos se cobram, mas não se ouvem reciprocamente; Patrões “vomitam” afazeres sobre seus empregados, mas desconhecem o potencial de sua equipe; as religiões pregam e decretam sentenças, mas não acolhem e orientam o povo; os políticos fazem suas leis e lavagens, sem o menor escrúpulo com a dor e miséria da população. 


    Está na moda a pergunta: que país nós queremos? Que filhos estamos deixando para o mundo? ... Mas esta pergunta não pode ser clichê ou moda da globo, A ação que exercemos no mundo de modo particular, repercute sobre os outros, sejamos conscientes ou não. A escuta não só se refere a escutar alguém, mas também, a escuta do nosso próprio coração e os clamores do nosso corpo, seja pelos sintomas que apresentam ou por pela crítica de outros. Escutar, é essencial, é mais que ouvir. 

Palavras são preciosas, importantes, valiosas. 
Não as perca, pare antes de falar 
Deixe que cresçam em você, antes que as solte 

Doe-lhes ao silencio para que possam vir a ser 
Acredite nelas 
para que possa pronunciá-las com convicção 

Concentre-se, fique em você, 
torne-se substancial, limite-se 
A força se concentra no pouco, 
perde-se no muito.

Poesia do livro: chamados a viver o Evangelho 
Autores: Anselm Grun e Andrea Schawarz

1º Domingo da quaresma 2020